Los han encumbrado, martirizado e incluso lanzado a la fama en telediarios,en documentales, e incluso en la película “Los lunes al sol” que aunque trata el problema del paro y de los despidos masivos en general, se basa muy en concreto en las movilizaciones que protagonizaron los trabajadores y trabajadoras del Naval Gijón, e incluso ya se me olvidaba hay una canción de Ska-p titulada “Naval Gijón”.
No creo que haya nadie en España, y sobre todo de izquierdas que no haya oído hablar de Cándido y Morala, y sus irreductibles galos. Son las cabezas visibles de un movimiento de gentes que por cabezonería, o simplemente ideología o afinidad se han unido para romper el ensimismamiento de una población que no grita, que no se rebela ante aquellas injusticias más graves.
Empezaron sus andaduras mucho antes de que la transición fuese un suspiro y una oportunidad para aquellos que ansiaban la libertad y otros que ansiaban amansar riquezas, estatus o que simplemente anhelaban mantener sus privilegios o incluso incrementarlos. Pero en transición y más tarde en democracia su situación, la de estos Cándidos y Morales casi que se agravaría.
Expulsados de uno de los sindicatos mayoritarios que hoy regenta el sindicalismo en España, expulsados de las fábricas en las que trabajaban, marginados de casi que todas las negociaciones laborales una vez fundado el sindicato asturiano CSI (Corriente Sindical de Izquierdas), juzgados, condenados y finalmente absueltos.
Repitan conmigo aquellos que se amparan en la ley hecha a su medida, pero no estará tan a su medida cuando Cándido y Morala serán reitero juzgados, condenados y finalmente absueltos. Repitan conmigo… Juzgados, condenados y finalmente absueltos pero no solo por la justicia si no por la historia de un pequeño lugar que goza de una cultura propia e identidad, y sobre todo de un paisaje envidiable, Asturias.
Cándidos y Morales podrían ser independentistas pero no lo son, podrían ser anarquistas y lo son en cierta medida por aquello de que desprecian las leyes o mejor dicho las burlan. Pues de todo aquello que pactaron los políticos y estamentos todavía nos quedan derechos y a ustedes obligaciones que se consiguieron con el esfuerzo de una masa, un movimiento que puso en riesgo su vida por los derechos sociales y laborales en este país. Y su obligación, una vez más, es absolverlos sin penas ni condenas.
Cándido y Morala, que cansino de verdad volver a escuchar estos nombres, verlos en pancartas, en internet, en los medios. Otra vez más que cansino, ho…
Ellos, que empezaron en el sector del metal su manera contestataria y rebelde de reivindicar derechos, su manera natural y salvaje pero tan racional en estos tiempos. No se conformaron con el sector metal tuvieron que solidarizarse en tiempos de reconversión con casi que todos los sectores en Asturias. Y más tarde con el movimiento antiglobalización, con los inmigrantes, con las coordinadoras antifascistas, con la asociación de memoria histórica, con el movimiento antimilitarista, con centros sociales ocupados… Los vimos en las cumbres de Barcelona, de Praga, de Londres, en Sevilla, en Zaragoza… Si son como Wally… están en todas partes y en ninguna al parecer.
Que cansino de verdad, volver a escribir sobre ellos, es como un acto demasiado egocéntrico, tan evidente. Y que aun no se enteren los mismos que los juzgan que nunca acabaran con ellos por muchas leyes que haya porque Cándido y Morala somos todos. Y ustedes mismos nos han hecho fuertes, nos han preparado para ser más inteligentes, más racionales que nunca, más contundentes que siempre.
Repitan conmigo júzguenlos, condénenlos y finalmente absuélvanlos, si no quieren ver de nuevo a miles de Cándidos y Morales en la calle, reivindicando su identidad contestataria y su vocación de rebeldes dentro de los rebeldes.
Pero júzguenlos por solidarios, haciendo memoria de aquellos que asimismo se llamaron “los solidarios”. Júzguenlos pero como presos de conciencia pues eso es lo que son. Condénenlos pero por sus ideas y su coherencia hacia estas, sean cuales sean. Y absuélvanlos, absuélvanlos por miedo a perder su legitimidad democrática. Pero solo por eso…
*Cándido y Morala son dos sindicalistas asturianos (Gijón) que representan a un sector duramente afectado por la reconversión y más tarde la especulación, y la mala gestión del sector Naval en Gijón. Actualmente están en tercer grado(acusados de la quema y rotura de una videocámara de vigilancia en el transcurso de las últimas movilizaciones del Naval Gijón antes de su cierre) fueron indultados por el Consejo de ministro a cambio de que pagasen una multa de 5322 euros al ayuntamiento de Gijón. No la han pagado, y no la pagarán por lo que se les amenaza con la cárcel. Además uno de sus compañeros, Victorino Cuetos Varela ha sido culpado de desordenes públicos y desobediencia a la autoridad simplemente por estar en una calle aledaña al astillero en el transcurso de una concentración de apoyo.
Victorino Cuetos Varela es actualmente secretario general de la Ong Acsur Las Segovias., exsindicalista y miembro de la CSI. Juzguen ustedes aunque sea el estado el que tiene la última palabra , y no sean benevolentes. Esto no se puede permitir en un Estado de Derecho Señor Delegado del gobierno sea despiadado pero lo que le permita sus ley.
Artículo publicado por "niño criminal" en Glayiu.
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