1 ago 2009

Agosto para Emma Goldman, Isaac Puente Amestoy y Hakim Bey

LA MUJER LIBRE*
Emma Goldman

El gran defecto de la emancipación en la actualidad estriba en su inflexibilidad artificial y en su respetabilidad estrecha, que produce en el alma de la mujer un vacío que no deja beber de la fuente de la vida. En una ocasión señale que parece existir una relación mas profunda entre la madre y el ama de casa del viejo estilo, aun cuando este dedicada al cuidado de los pequeños y a procurar la felicidad de los que ama, y la verdadera mujer nueva, que entre esta y el termino medio de sus hermanas emancipadas. Las discípulas de la emancipación pura y simple pensaron de mi que era una hereje digna de la hoguera. Su ceguera no les dejo ver que mi comparación entre lo viejo y lo nuevo era simplemente para demostrar que un gran numero de nuestras abuelas tenían mas sangre en las venas, mas humor e ingenio, y, por supuesto, mucha mas naturalidad, buen corazón y sencillez, que la mayoría de nuestras profesionales emancipadas, que llenan los colegios, aulas universitarias y oficinas. Con esto no quiero decir que haya que volver al pasado, ni que condene a la mujer a sus antiguos dominios de la cocina y los hijos.

La salvación esta en el avance hacia un futuro mas brillante y mas claro. Necesitamos desprendernos sin trabas de las viejas tradiciones y costumbres, y el movimiento en pro de la emancipación de la mujer no ha dado hasta ahora mas que el primer paso en esa dirección. Hay que esperar que se consolide y realice nuevos avances. El derecho al voto y la igualdad de derechos civiles son reivindicaciones justas, pero la verdadera emancipación no comienza ni en las urnas ni en los tribunales, sino en el alma de la mujer. La historia nos cuenta que toda clase oprimida obtuvo la verdadera libertad de sus señores por sus propios esfuerzos. Es preciso que la mujer aprenda esa lección, que se de cuenta que la libertad llegara donde llegue su capacidad de alcanzarla. Por consiguiente, es mucho mas importante que empiece con su regeneración interior, que abandone el lastre de los prejuicios, de las tradiciones y de las costumbres. La exigencia de derechos iguales en todos los aspectos de la vida profesional es muy justa, pero, después de todo, el derecho más importante es el derecho a amar y ser amada. Por supuesto, si la emancipación parcial ha de convertirse en una emancipación completa y autentica de la mujer, deberá acabar con la ridícula pretensión de que ser amada, convertirse en novia y madre, es sinónimo de esclava o subordinada. Tendrá que terminar con el estúpido concepto del dualismo de los sexos, o de que el hombre y la mujer representan dos mundos antagónicos.

La mezquindad separa y la libertad une. Seamos grandes y desprendidas y no olvidemos los asuntos vitales, agobiadas por las pequeñeces. Una idea verdaderamente justa de la relación entre los sexos no admitirá los conceptos de conquistador y conquistada; lo único importante es darse a si mismo sin limites para encontrarse mas rico, mas profundo y mejor. Solamente eso puede llenar el vacío y transformar la tragedia de la mujer emancipada en una alegría sin limites.

*Tomado de la antología de Irving Horowitz LOS ANARQUISTAS (Vol. 1), p. 19; junio 1990).
CONCEPTOS DEL COMUNISMO LIBERTARIO (1936)
Isaac Puente Amestoy

DEFINICIÓN - El Comunismo libertario es una forma de organización social, en la cual el gobierno de los hombres se sustituye por la administración colectiva de las cosas. Con ser muy clara esta definición, precisa de explicaciones. Se trata de encontrar las bases de convivencia social que garanticen los derechos fundamentales del hombre: el derecho a la satisfacción de sus necesidades, y el derecho a disponer de sí mismo es decir, el derecho a la vida y a la libertad. Ambos derechos son base de bienestar, ya que no concebimos ni libre al hambriento ni satisfecho al esclavo. Más concretamente: el Comunismo implica, mejor que la comunidad de bienes, la existencia de una colectividad que atienda primordialmente a administrar la economía de modo que queden satisfechas las necesidades de todos sus componentes. Y para que este Comunismo sea libertario no ha de contener un cúmulo de fuerza o de autoridad que encierre una amenaza para la libertad individual.

Sabemos que hay que destruir la organización actual, esto es, el Estado y la propiedad privada, y que sólo se destruye aquello que se acierta a sustituir con ventaja.

Más importante que la exactitud de la definición es la elaboración de los conceptos sobre diversas cuestiones de detalle que plantea su realización, sobre las cuales cabe más diversidad de pareceres.

Si bien es cierto que la experimentación será, en última instancia, la que decida sobre las mejores soluciones, se hace preciso analizar éstas y decidirse anticipadamente por una determinada.

ESTRUCTURA. -Concebimos la nueva estructura como una federación de colectividades autónomas. Cuanto más simples y elementales sean estas colectividades básicas, tanto más sencillos y fáciles de resolver serán los problemas y serán más accesibles a las aspiraciones e intereses de los individuos que las compongan.

A pesar de tener la Confederación Nacional del Trabajo una estructura idéntica que podría servir de molde para la sociedad entera, no todos se muestran conformes con que el Comunismo libertario tenga una estructura sindical, creyéndose, por lo contrario, que debe dejar paso a formas de organización distintas. El Sindicato es, por esencia, una entidad productora, y podría serlo también distribuidora; pero, a su lado, pueden existir otras formas de colectividad, con intereses más amplios y carácter menos especializado, y, por lo tanto, más humano. La base de la organización ha de ser la colectividad entera, en los pequeños núcleos rurales, compuestos por unas mayorías de campesinos y algunos artesanos o funcionarios. Constituirán comunas o municipios libres. En pueblos de mayor diversidad y de actividades menos uniformes, se hacen precisos los Sindicatos, reunidos en Federación local, cuya organización puede convivir con agrupaciones más genéricas como agrupaciones de barriada o consejos parciales o totales de la localidad. Lejos de ser incompatibles ambas formas o núcleos de organización colectiva, la exclusivamente económica y la política o de interés público, en mi opinión se complementan, y aun deben coexistir; pues lo exige la complejidad misma de la vida moderna.

EL INDIVIDUO Y LA COLECTIVIDAD.- El instinto de sociabilidad, la necesidad del apoyo mutuo y el reconocimiento de las ventajas las que la asociación reporta, son impulsos asociativos al lado del sentimiento de solidaridad, para formar las colectividades y para federarlas entre sí. El anarquismo no admite otra forma de coacción sobre el individuo que la coacción moral, es decir, el apartamiento o el desprecio hacia el insolidario o el vano impenitente. Pero, en labios de muchos, aparece en seguida una frase hecha que expresa una forma de coacción económica y de justicia social: «El que no trabaja, no come». Toca al Congreso Nacional manifestar el concepto que la Confederación tiene sobre esta forma de coacción.

FORMA DE PROPIEDAD.-No puede ser objeto de discusión el régimen de propiedad de la riqueza y de los útiles de producción, que será administrada por la colectividad y puesta a disposición de quienes quieran producir. La supresión de la propiedad privada y del acaparamiento de riqueza es la garantía imprescindible de la libertad económica. Pero esta intransigencia con la propiedad privada no puede extremarse hasta negarla en las cosas de uso personal, ni en lo que es producto de la actividad personal del individuo. La propiedad usufructuaria, no creo que pueda ser lógicamente negada para los muebles, vestidos y para detalles cuya posesión no implica un despojo ni una injusticia. Respecto a la propiedad de la tierra -«La tierra para el que la trabaja»-, es menester distinguir entre la tierra dedicada a la producción de lo necesario de la que sirve para producir alimentos o plantas de gusto individual, como los huertos y jardines, o parcelas de experimentación, sobre las cuales debe respetarse la propiedad usufructuaria.

MODALIDAD DEL TRABAJO. -Lo mismo que hacemos distingos de la propiedad, hemos de hacerlos del trabajo. La producción de los artículos de primera necesidad impone una cierta cantidad de trabajo, que será menester repartir entre los miembros útiles de la colectividad, estableciendo una jornada, y hasta, en ocasiones, un turno de trabajo. El trabajo colectivo impone el acatamiento de una organización del mismo, y de una disciplina de producción. Al margen de este trabajo, controlado por la colectividad, existirá una producción voluntaria, libre, de iniciativa individual.

¿Puede servir este trabajo voluntario y de iniciativa para eximir del trabajo de gestión colectiva?

¿PRODUCCIÓN DIRIGIDA, O LIBRE? -La condición primera del éxito de un orden social nuevo, es la abundancia, la superproducción de los artículos de primera necesidad. Ello facilita la distribución y suprime la causa más esencial de descontento.

Si la primera preocupación revolucionaria ha de ser mantener la producción en su volumen actual, la segunda debe ser incrementarla ilimitadamente, hasta lograr abundancia más real que la que motiva la crisis del capitalismo.

Este es un problema técnico pero también de organización: de voluntad y de hombres «capaces de llevar un mensaje a García».

DE CADA UNO, SEGÚN SU APTITUD. -Entraña esta primera parte de la fórmula, una cuestión de acoplamiento de los brazos en las actividades productoras, en la que no podrán dejarse a un lado la disposición y la afición personales de quiénes, por haber ejercido profesiones parasitarias o antisociales, será preciso acoplar en la nueva forma de economía.

A CADA UNO, SEGúN SUS NECESIDADES. -Esta fórmula de la nueva justicia distributiva sólo puede resolverse equitativamente por la abundancia y haciendo posible que, como en la fuente pública, cada uno tome lo que precise, según su voluntad; pero habrá que aproximarse a ella todo lo posible, mediante el racionamiento de aquello que escasee.

He aquí donde corresponde ocuparse del procedimiento para sustituir el dinero como signo de riqueza acumulable. El consumo por vales, empleado uniformemente en los cortos ensayos realizados en España, es un medio provisional pero engañoso, al cual debe buscarse una solución mejor, para la que podrían servir de módulo los pases de ferrocarril o los kilométricos.

INTERCAMBIOS SIN EQUIVALENCIA. -En el intercambio de productos entre las colectividades, no intervendrá la medida de su valor, siendo todos equivalentes, en cuanto a productos necesarios, cualquiera que sea el esfuerzo que requieran y la utilidad que reporten.

La noción de valor es extraña a la economía libertaria, por lo cual tampoco es precisa la medida del mismo, representada por la moneda a la que bien puede llamarse «manzana de la discordia».

No creo haber agotado todos los aspectos y particularidades del tema, que será objeto de deliberación por parte de todos los Sindicatos, para lograr, de la base a la cima, un acuerdo en la armonía de los distintos criterios que han de manifestarse.

Solidaridad Obrera, Barcelona, 26 de febrero de 1936.
HACIA LA INTERPRETACIÓN COLECTIVA DEL COMUNISMO LIBERTARIO[1] (1933)
Isaac Puente Amestoy


Hasta el presente no existen más que interpretaciones individuales, concepciones particulares del Comunismo libertario. Las diversas concepciones que gozan del favor del público confederal, no se han tratado de unificar ni de conciliar en un mismo acuerdo de doctrina. El espíritu anarquista, respetuoso con el criterio individual y con la misma interpretación de la idea, no tiene gran empeño en concretar las distintas exposiciones en un programa uniforme. Prácticamente, podrían convivir todas las interpretaciones, y, de entre ellas, predominaría la que más ventajas o satisfacciones reuniera. Este sería el medio preferible de selección. La libre concurrencia y el ensayo mutuo.

La uniformidad que nos interesa es la práctica. Es la conseguida en vías de realización, pues la otra, la realizada de palabra para ser escrita en el papel, no nos da - como anarquistas y antipolíticos -frío ni calor. Una interpretación uniforme del Comunismo libertario, tiene valor para la enunciación de la propaganda, como respuesta a los que a todas horas nos preguntan por el programa como ejecutoria del buen acuerdo dentro de la C. N. T. y como medio de propiciar su realización, facilitando los primeros pasos.

Debemos estar escarmentados por la experiencia histórica, para no poner excesivo calor en la puntualización escrita, reservando nuestro entusiasmo para la unificación del movimiento en la realización práctica. Hasta ahora, el hombre, conducido por su credulidad política, ha gastado todas sus fuerzas en escribir en el papel sus derechos y sus aspiraciones, sin haber logrado la menor reivindicación práctica.

No obstante lo dicho, la necesidad de unificar las diversas concepciones, llegando a concretarlas en un programa mínimo, es generalmente sentida entre militantes de la C. N. T., y es de esperar que llegue a tener culminación en el próximo congreso nacional, anunciado para fines de mayo.

La puntualización de un programa mínimo parece tarea fácil, y se procura formarlo con aquellas aspiraciones que son comunes a todas las diversas interpretaciones. Los siguientes puntos pueden servir de orientación:

1º. Autonomía del individuo dentro de la localidad, sin otras limitaciones que las acordadas en cada momento por la asamblea general. Autonomía de la localidad, sin otras restricciones que las acordadas, en cada circunstancia, por los congresos regionales o nacionales.

2º. Asociación obligatoria, so pena de coacción económica, para la producción y el consumo, dentro de cada localidad, o dentro de cada sindicato, o agrupación de barriada. Asociación obligatoria de las localidades en la región y de las regiones en la nación o península, con la misma coacción económica, a fin de asegurar la economía local y de normalizar la economía nacional.
Federalismo en las agrupaciones y acatamiento de la voluntad de las mayorías en todo cuanto es actividad económica: jornada de trabajo, producciones a aumentar o suprimir, elección de trabajo, régimen de cultivo de la tierra, requisitos precisos para ser 1º. consumidor, modos de distribución, etc.; de modo que se hagan compatibles las características locales con las necesidades colectivas.

2º. Restricción máxima de la burocracia, por parasitaria y por esterilizante, procurando que los cargos administrativos no eximan de la cooperación en la producción.

3º. Renunciar a la administración de justicia, como tarea que excede las atribuciones humanas, y, cuando sea indispensable, acomodarla al fallo de la colectividad. No centralizar, tampoco, la función defensiva de un ejército, sino dar participación en ella a todos los productores. El ejército ha de ser la colectividad entera; y la especialización técnica, voluntaria y libre.

4º. Supresión de toda clase de privilegios, nivelando a todos con la misma obligación a producir, con el mismo derecho a disfrutar de la riqueza común, con el mismo derecho a beneficiarse de la instrucción y de la cultura, con la misma parte alícuota de poder y con la misma participación en la responsabilidad social.

5º. Amplia libertad del individuo en cuanto no sea imperativo económico de la colectividad. Pero esta libertad no dependerá de ningún acuerdo verbal o escrito, anterior a la revolución o posterior a la misma, sino del tesón que el propio individuo ponga en afirmarlo y del escrúpulo que la colectividad pueda sentir al limitarlo.

6º. Abolición absoluta de toda clase de propiedad privada. El individuo podrá poseer circunstancialmente o en la vida todo cuanto la colectividad consienta en otorgarle; y

7º. El supremo legislador es la colectividad. Todo acuerdo es válido hasta tanto decidan anularlo quienes lo adopten. Nadie podrá pisotear el derecho fundamental e inalienable del Individuo a vivir y a ser libre.

Por este estilo, pudiera ser nuestro programa; pero, lo volvemos a decir, a nosotros no nos interesa concretarlo, sino realizarlo. Lo de menos es que se acuerde. Lo esencial es que se cumpla.

Para afirmar su derecho natural a la vida y a la libertad, el individuo no necesita invocar un artículo ni enseñar un papel. Precisa poder esgrimir un arma frente a quienes se lo discuten La sociedad no le ampara tampoco condenándolo, sino impidiendo que nadie haga coto cerrado ni de la tierra ni del saber, ni del poder ni de la justicia.

C N T, Madrid, 4 de abril de 1933.

[1] Con el mismo título y los mismos conceptos, aun cuando con redacción diferente, escribió otro artículo en Solidaridad Obrera, de Barcelona, el 2 de abril de 1933.
Terrorismo Poético
Hakim Bey


BAILES INVEROSIMILES EN CAJEROS automáticos nocturnos. Despliegues pirotécnicos ilegales. Land art, obras terrestres como extraños artefactos alienígenas desperdigados por los Parques Naturales. Allana moradas pero en vez de robar, deja objetos Poético-Terroristas. Secuestra a alguien y hazlos felices. Elige a alguien al azar y convéncele de ser el heredero de una inmensa, inútil y asombrosa fortuna -digamos 5000 hectáreas de Antártida, o un viejo elefante de circo, o un orfanato en Bombay, o una colección de manuscritos alquímicos. Al final terminará por darse cuenta de que por unos momentos ha creído en algo extraordinario, y se verá quizás conducido a buscar como resultado una forma más intensa de existencia.

Instala placas conmemorativas de latón en lugares (públicos o privados) en los que has experimentado una revelación o has tenido una experiencia sexual particularmente gratificante, etc.

Ve desnudo como un signo.

Convoca una huelga en tu escuela o lugar de trabajo sobre las bases de que no satisfacen tus necesidades de indolencia y belleza espiritual.

El arte del graffiti prestó cierta gracia a los laidos subterráneos del metro y a los rígidos monumentos públicos; el TP también puede ser creado para lugares públicos: poemas garabateados en los lavabos del juzgado, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte en fotocopias bajo el limpiaparabrisas de los coches aparcados, Consignas en Letras Grandes pegadas por las paredes de los patios de recreo, cartas anónimas enviadas a destinatarios conocidos o al azar (fraude postal), retransmisiones piratas de radio, cemento fresco...

La reacción o el choque estético provocados por el TP en la audiencia han de ser al menos tan intensos como la agitación propia del terror -asco penetrante, excitación sexual, asombro supersticioso, angustia dadaesca, una ruptura intuitiva repentina- no importa si el TP va dirigido a una sola o a muchas personas, no importa si va "firmado" o es anónimo, si no transforma la vida de alguien (aparte de la del artista) es que no funciona.
El TP es un acto en un Teatro de la Crueldad[1] que no tiene tiene ni escenario, ni filas de asientos, ni localidades, ni paredes. Con objeto de que funcione en absoluto, el TP debe desvincularse categóricamente de toda estructura convencional del consumo de arte (galerías, publicaciones, media). Incluso las tácticas de guerrilla Situacionistas de teatro callejero resultan ya demasiado conocidas y previsibles.

Una seducción exquisita -conducida no sólo por la causa de la mutua satisfacción sino también como acto consciente en una vida deliberadamente bella- puede ser el TP definitivo. El terrorista P se comporta como un estafador cuyo objetivo no es el dinero sino el CAMBIO[1].

No hagas TP para otros artistas, hazlo para gente que no repare (al menos por un momento) en que lo que has hecho es arte. Evita las categorías artísticas reconocibles, evita la política, no te quedes a discutir, no seas sentimental; se implacable, arriésgate, practica el vandalismo sólo en lo que debe ser desfigurado, haz algo que los niños puedan recordar toda la vida -pero no seas espontáneo a menos que la Musa del TP te posea-.

Vístete. Deja un nombre falso. Se legendario. El mejor TP está contra la ley, pero que no te pillen. Arte como crimen; crimen como arte.

[1] En el original CHANGE, CAMBIO como “transformación” y como “monedas sueltas”.

[1] “Lo que el público busca fundamentalmente en el amor, el crimen, las drogas, la insurrección, la guerra, es el estado poético, un estado trascendente de vida. El Teatro de la Crueldad ha sido creado para devolver al teatro una concepción de la vida apasionada y convulsiva; y en ese sentido de violento rigor, de extrema condensación de los elementos escénicos, ha de entenderse la crueldad de ese teatro. Esa crueldad que será sanguinaria cuando convenga, pero no sistemáticamente, se confunde pues con una especie de severa pureza moral que no teme pagar la vida al precio que ella exige”. Segundo manifiesto del Teatro de la Crueldad, A. Artaud.[1] En el original CHANGE, CAMBIO como “transformación” y como “monedas sueltas”.

Sacado del texo: "CAOS: LOS PASQUINES DEL ANARQUISMO ONTOLÓGICO
Hakim Bey


Dedicado a Ustad Mahmud Ali Abd al Khabir

NYC, 1 de mayo - 4 de julio, 1984.

No hay comentarios:

Publicar un comentario